Pero en vez de comprar varios kilos, compra solo para lo que le da el dinero”, añade Tolentino, trabajador de tortilla.com.Entre  diciembre de 2016 y 2017, el precio medio de las tortillas en México pasó de 12,8 pesos (65 centavos de dólar) a algo más de 14.

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“Hace un año, las tortillerías mexicanas pagaban 8,6 pesos por el litro de gas LP; ahora, 10,8.

Es una bestialidad y tenemos forzosamente que reflejar ese incremento de los energéticos, también electricidad y gasolina, al precio final de venta” “O trasladamos los costes más altos a los precios o se cierra la tortillería”.

A esta situación crítica ha contribuido, agrega Tolentino. La reciente eliminación de dos subsidios federales -Promasa y Mi Tortilla- que contribuían a mantener los precios de venta al público en niveles bajos.

“La eliminación de este tipo de ayudas atenta directamente contra la economía familiar”.

[adsense]México y tortilla son sinónimos perfectos., forma parte esencial de la gastronomía y es parte indispensable en la mayoría de platillos: tacos, quesadillas, enchiladas, huaraches y flautas, entre muchos otros.

Su encarecimiento impacta, por tanto, en el bolsillo de prácticamente todos y cada uno de los casi 130 millones de mexicanos.

Pero la fuerza del golpe es inversamente proporcional a la renta disponible de cada familia: las más afectadas serán las de extracción más humilde.En 2017, la vida en México se ha encarecido más de un 6%, por encima del aumento medio de los salarios.

El incremento de los elementos más básicos de la canasta de consumo ha sido una constante en el último año: el tomate, la cebolla y el aguacate han subido con fuerza en todo el país.

Buena parte del aumento de precios tiene que ver con el debilitamiento del peso frente al dólar tras la elección de Trump, que ha causado una súbita carestía en el precio de los productos del campo y los bienes industriales importados a medida que la moneda nacional perdía fuelle.