Cada mexicano desperdicia casi 158 kilos de alimentos al año.
La cifra aportada por el Banco Mundial conllevan a grandes pérdidas económicas. Se calculan sobre los 491 mil millones de pesos, casi el 2.5% PIB 2017. A esta pérdida económica se debe sumar la carga ecológica, gran preocupación mundial.
Medio ambiente es un gran perjudicado del desperdicio
Esta cifra de alimentos desperdiciados, repercuten en la generación de 36 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Además de la calidad del aire, el agua utilizada en producir alimentos que luego terminan en la basura es de 40 mil millones de metros cúbicos.
Cómo parar este desperdicio alimentario
Puede hacerse gracias a la producción de autoconsumo. Es toda aquella que se ocupa para satisfacer las necesidades productivas y alimentarias. Los principales productos que se destinan para el autoconsumo son los granos básicos: maíz, frijol, sorgo y trigo. El maíz es el que más se destina a dicha práctica, pues este grano es la base de la alimentación de los mexicanos.
La producción del maíz se ha mantenido estable en los últimos 10 años. Con un promedio de 23.6 millones de toneladas al año, una cuarta parte es destinada para el autoconsumo.
La dependencia federal explicó que la producción para el autoconsumo es una alternativa que permite alcanzar la seguridad alimentaria. Con esta práctica los productores y sus familias producen lo que comen.
Programa de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria
Dicho programa forma parte del tercer eje del Plan Nacional de Desarrollo 2019-202, el cual tiene como fin asegurar la autosuficiencia alimentaria y el rescate del campo.
“La seguridad y soberanía alimentaria en México es uno de los 25 objetivos prioridades del Gobierno del presidente AMLO, el cual tiene como meta producir en el país los alimentos básicos y estratégicos que demanda la población”, señala la dependencia federal.
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