Varias horas de espera bajo el sol, hambre y confusiones sobre el lugar para ser atendidas e inscritas en el programa Prospera.

Varias mujeres, entre ellas Fátima Dzul Che, manifestaron que les avisaron que ayer jueves las inscribirían, para lo cual fueron citadas a las 8 de la mañana. Sin embargo, muchas de ellas llegaron dos horas antes con el objetivo de estar entre las primeras en ser atendidas.

“Llegué a las 6 de la mañana, pero ya había algunas personas en la fila; poco a poco fueron llegando más, hasta que la fila se hizo larga”, manifestó.

Llegaron tarde

Pánfila Abán Cauich comentó en el mismo sentido, pero dijo que pese a que las citaron a las 8 de la mañana, a esa hora no habían llegado los responsables de inscribirlas al programa.

Aunque inicialmente fueron invitadas a realizar el trámite en las oficinas del Centro Comunitario, cerca de las 9 de la mañana el rumor de que el módulo se instalaría en el auditorio de la Unidad Deportiva —distante unos 100 metros uno de otro— las hizo correr para ganar los primeros lugares.

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Sin embargo, luego se les dijo que siempre sí serían atendidas en el Centro Comunitario, lo que las hizo pegar de nuevo la carrera para regresar al lugar.

Fue alrededor de las 10 de la mañana cuando arribaron los encargados del programa y se decidió, una vez más, que sería en el auditorio en donde se instalarían las mesas para atender a las amas de casa. Cuando llegaron al sitio final de atención, muchas mujeres ya habían perdido los lugares que ocuparon al llegar temprano. Hasta después de las 2 de la tarde aún no terminaba el proceso de inscripción.

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