El virus Coxsackie es muy contagioso, sobre todo en tempranas edades y, ocasionalmente, en adultos.

Ante la alarma creciente entre maestros y familias por los recientes contagios en escuelas y guarderías a os largo y ancho de la República, es conveniente tomar algunas precauciones para evitar su propagación.

En realidad, el virus Coxsackie no es nuevo. Se lo conoce como la enfermedad de manos, pies y boca debido a la aparición de pequeñas ampollas en estas partes del cuerpo. Su nombre se debe a un pueblo en Nueva York, Estados Unidos donde se lo aisló por primera vez.

El Virus Coxsackie se divide en dos grupos: Coxsackie A y Coxsackie B. Se dividieron sobre la base de ciertas diferencias biológicas y antigénicas, y se subdividen en serotipos designados por números sobre la base de diferencias antigénicas adicionales: tipo A, del 1 al 22, 23 y tipo B, del 1 al 6.

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La persona infectada con el virus es contagiosa una vez que presente los primeros síntomas y puede continuar contagiando la enfermedad hasta que las ampollas de la piel desaparezcan o el paciente se recupere completamente, lo cual suele tardar entre 5 a 7 días.

La enfermedad de manos pies y boca es altamente contagiosa, pero fácil de prevenir.

El virus es muy contagioso, sobre todo en tempranas edades y ocasionalmente en adultos. Su contagio se da cuando una de las ampollas o pápulas se rompe y una persona -no infectada- entra en contacto con el líquido, también podría contagiarse si entra en contacto con la saliva o heces del paciente portador del virus Coxsackie.

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Los síntomas más comunes que puede presentar una persona contagiada son: pequeñas ampollas en las palmas de las manos y/o plantas de los pies, pequeñas llagas en la boca, fiebre, pérdida del apetito y dolor de cabeza. A continuación, te compartimos algunas recomendaciones para evitar la propagación del virus:

1. Acudir al médico:

Si presentas llagas o ampollas y fiebre, acude de inmediato al centro de salud más cercano. El virus manos, pies y boca, no tiene curación médica. Es posible que el médico te envíe reposo y cierta medicación para controlar la fiebre y el reducir el malestar.

2. Medicación:

¡Recuerda no automedicarte! El médico es la persona indicada en recetarte. Ten presente que en época invernal, el dengue y el zika pueden confundir la enfermedad por medio de la fiebre. Generalmente, para el síndrome de manos, pies y boca, recetamos paracetamol.

3. Cuidados en casa:

Asegúrate de beber abundante líquido como agua y jugos fríos, para mantenerte bien hidratado. Evita comer alimentos sólidos, ya que pueden empeorar las llagas en tu boca; así mismo, no ingieras nada caliente.

 4. Higiene:

Es primordial que laves tus manos con abundante agua y jabón y tener cuidado con la practica del cambio de pañales. Indícales a las personas que te rodean que apliquen los 5 pasos de higiene para reducir el riesgo de contagio. Hierve los cubiertos y desinfecta 2 veces al día el baño y cocina. El virus puede transmitirse por manos y superficies u objetos contaminados y puede verse implicado en brotes, especialmente en la población infantil de colegios y guarderías, como estamos viendo estos días en México.

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