La pesadilla se ha repetido una vez más para Juan Carlos Osorio.
Los veranos parecen no traerle buenos dividendos al técnico de la Selección Mexicana que, por ahora, se mantiene inmóvil en el banquillo tricolor.
A diferencia de la historia que se escribió hace un año, empañada por el 7-0 que le propinó Chile al a México en la Copa Oro Centenario, Osorio tiene más detractores. Ahora, su figura está más endeble, trastocada y lastimada.
Es un hecho: la credibilidad en el técnico ganador con Atlético Nacional está por los suelos.
La afición y la prensa han sido inmisericordes con el estratega de las rotaciones.
El cuarto lugar en la Copa Confederaciones y el tropiezo ante Jamaica en las semifinales de la Copa Oro han sido los pretextos perfectos para devolver a Osorio a la guillotina con más dudas que certezas sobre si podrá completar el proceso planeado.
A Juan Carlos se le contrató para clasificar a la Selección Mexicana al Mundial y lo logrará si en su próximo compromiso eliminatorio suma al menos un punto sin importar lo que opinen Hugo Sánchez, Rafael Márquez Lugo y otros ex futbolistas que se han ensañado con el entrenador.
Checa aquí las claves de la derrota frente a Jamaica en la Copa Confederaciones.
Osorio tendrá un mes para descansar mentalmente de lo que ha sido este verano de desgracia. Tiempo suficiente para despejar su cabeza, reflexionar y someterse a un proceso de autocrítica para sacar conclusiones valiosas que puedan llevarlo a él y al Tri a escribir historia en Rusia 2018.
¿Deberán seguir las rotaciones como base de su estratagema? ¿Qué jugadores realmente tienen la calidad y el compromiso para ser convocados? ¿Cómo reforzar la parte mental de sus jugadores para sobreponerse a escenarios adversos? Preguntas que deberá contestarse el colombiano en los próximos días.
Juan Carlos no puede darse el lujo de tropezar ante Panamá (en el Azteca) o Costa Rica (en calidad de visitante) en sus próximos compromisos eliminatorios rumbo al Mundial.
De suceder lo contrario, prácticamente se estaría cavando la tumba de Osorio con el tricolor.
Son dos llamadas de atención, no hay lugar para una tercera.