El Estado de México ha registrado durante el último año más muertes violentas de niñas, mismas que las autoridades al parecer intentan dejar en el olvido.

En noviembre de 2016, Évelyn Gutiérrez, de 10 años, fue raptada saliendo de la escuela primaria a la que asistía en Praderas de San Mateo, en Naucalpan, horas más tarde su cuerpo sin vida fue encontrado dentro de una bolsa a escasas cuadras de su casa.

La niña que aún portaba su pants color azul, fue encontrada con una herida punzocortante en el cuello, crimen que consternó a vecinos de la colonia, municipio y de todo el estado por su naturaleza violenta, sin que se haya avanzado en lo absoluto en las investigaciones.

El 4 de febrero, al Hospital de Las Américas, en Ecatepec, llegó una menor de 9 años, quien presentaba un cuadro de desnutrición y que tras ser revisada, se descubrió que era víctima de tortura y abuso sexual por parte de sus padres, versión confirmada por su tía, quien al parecer la rescató de su madre que pretendía venderla. Benita, como se identificó a la niña, murió dos horas más tarde de ingresar al nosocomio a causa de las lesiones que presentaba en varias partes del cuerpo, crimen por el que se desconoce si los padres están detenidos.

Ecatepec presenció cómo el pasado 14 de febrero, dos niñas murieron luego de que sujetos desconocidos rafaguearan su casa tras una presunta discusión con los demás habitantes, quienes regresaron y dispararon contra el inmueble ubicado en la colonia Jardines de Morelos. En el lugar murió una niña de años y una más de 10 falleció en el hospital, ambas a consecuencia de los disparos recibidos por parte de los delincuentes que acudieron a su casa en la calle Bosque Negro, hechos por los que hasta el momento no hay ningún detenido.

El pasado 18 de marzo fue encontrado el cuerpo de una menor de aproximadamente 5 años de edad, la cual se encontraba inconsciente en la carpeta asfáltica en la colonia Virgencitas de este municipio, misma que presentaba evidencia de abuso sexual.

Fue la mañana de aquel día, que en avenida Bordo de Xochiaca y Virgen del Camino cuando vecinos notaron la presencia de la niña, quien estaba muerta sobre el asfalto y que al parecer hasta la fecha se encuentra en calidad de desconocida, ya que no ha sido reclamada ni identificada, sin embargo, se espera que las autoridades den con los responsables de la muerte. Recientemente, el pasado 20 de junio, una adolescente de 15 años fue encontrada muerta, decapitada y semidesnuda en San Martín de las Pirámides, por vecinos de la zona.

La joven estudiante de secundaria, cuya identidad aún se desconoce, vestía solo un pants gris y se encontraba decapitada y su cuerpo abandonado en un paraje de esta zona ubicada al norte de la entidad, a espera de que las autoridades comuniquen algún avance al respecto sobre este terrible crimen.

De estos casos, el que provocó más eco fue el de Valeria, la niña de Neza que fue violada y asesinada a bordo del transporte público el 9 de junio, cuyo asesino se suicidó, versión oficial pero llena de inconsistencias y que no termina de satisfacer a la familia y sociedad en general.

Por otra parte, casos de niñas abusadas sexualmente dentro de escuelas primarias, secundarias, iglesias y vía pública, jovencitas que desaparecen al salir a la tienda o luego de ser contactadas por redes sociales, violencia por parte de delincuentes y familiares contra menores, han aumentado drásticamente en esta entidad a lo largo de este 2017, en el estado que renovó su contrató con el PRI, a espera de que la situación social continúe y muy probablemente empeore ante la ineficacia total de la autoridad, así como la corrupción que impera en las altas esferas, basta ver cómo jueces ordenan la liberación de asesinos a pesar de existir todo lo posible para ejecutar una condena y así mantener al estado de México en el primer lugar en cuanto a violencia contra mujeres y niñas en todo el país.