Así como aumentó la participación de estos sectores en el crimen organizado, también se acrecentó el número de muertes violentas, las cuales han adquirido características de ejecución más sangrientas.

Prueba de esto, es que en 2015 del total de cuerpos abandonados, 160 fueron hombres, 24 mujeres, y de 10 más no se logró tener una identificación del sexo.

De esta manera en 2016 de los 426 casos registrados 253 eran hombres y 53 mujeres;  de los 120 cuerpos restantes no se precisó el sexo ni edad.

En lo que va de enero a julio de este 2017, se tiene registro de que de los cuerpos asesinados con violencia y abandonados en el lugar de los hechos, 130 son del sexo masculino, 24 femeninas y sólo de 8 no se logró tener una certeza del género.

Los rangos de edades van de los 29 a 35 años de edad. Sin embargo, hay casos en que las víctimas estaban en periodo de gestación.

Para el 30 por ciento restante de identificación, la información se comparte con los estados vecinos de personas extraviadas. Un caso extraordinario, es el reconocimiento de un cadáver que fue enterrado en 2014, la familia de la víctima no paró de buscar, por lo que dicho cuerpo tendrá que ser entregado en próximos días.

Actualmente, Guadalupe, Calera, Zacatecas, Fresnillo y Ojocaliente es donde se concentra la mayor cantidad de cuerpos abandonados, “donde haya crimen organizado habrá algún cuerpo con problemas de certificación”.

“Todavía hay casos en los que no hemos encontrados los cadáveres”.