NO RENOVÓ SU DACA Y TIENE MIEDO DE VOLVER A LAS SOMBRAS

Fecha:

Comparte:

Víctor Guzmán hoy vive con miedo e incertidumbre ante la perspectiva de que rechacen su renovación.

Tenía 10 años cuando llegó a Estados Unidos con su papá. DACA le permitió conseguir un mejor trabajo, estudiar e iniciar una carrera como activista.

Hace tres semanas Víctor montaba su bicicleta gris, que tiene una calcomanía en el tren delantero que dice “Fuck la migra”, cuando pasó cerca de una pelea entre pandillas.

Apenas unos días antes, su permiso DACA se había vencido y desde entonces le “espanta” que cualquier interacción con las autoridades pueda desencadenar su deportación.

[adsense]

NO RENOVÓ SU DACA Y TIENE MIEDO DE VOLVER A LAS SOMBRAS

Sin dinero

Guzman pudo haber renovado DACA, pero no lo hizo, principalmente, porque no tenía los 495 dólares que cuesta la aplicación. “Soy una persona de low income, gano el salario mínimo, pago de mi bolsa para la escuela, entonces me quedé sin dinero”, dice con un tono melancólico.

Tampoco creía, que había razón para renovarlo después de todas las amenazas que Donald Trump ha hecho desde que asumió la presidencia. “No sabíamos si iba a quitar DACA o no, para mí no tenía sentido aplicar a un programa que no iba a existir”.

Yo no quería dar mi dinero a alguien que lo va a usar para qué, no sé, para deportar más gente. ¿Para qué va a usar mi dinero que me cuesta tanto conseguir? Por eso decidí esperar.

NO RENOVÓ SU DACA Y TIENE MIEDO DE VOLVER A LAS SOMBRAS

Solo 154,000 personas califican para renovar según esas fechas, de los800,000 que se han beneficiado del amparo de deportación desde 2012, y él no está entre ellos.

La noticia lo deprimió, menciona, pero solo dos días. Después tomó la decisión de llenar de todas maneras su solicitud y está esperando una ayuda financiera de la organización Paso para poder ponerla en el correo. Prefiere que lo rechacen, a esperar quieto.

Por DACA consiguió ahorrar y entrar a la universidad

De niño Guzman era muy pobre y cortaba nanches y recogía jícamas, rábanos y cebollas del campo para vender en el mercado de Morelos, México. Vivía con su abuela y una hermana un año menor que él, que se quedó en México porque la familia no tenía suficiente dinero para pagar su travesía y porque el papá de ambos consideraba que traerla era mucho más peligroso por ser mujer.

Cuando tenía 10 años su papá lo fue a buscar, para que pudiera reencontrarse con su mamá en Estados Unidos, “tener una vida mejor” y desarrollar sus habilidades. Era noviembre y hacía frío. Eso es lo primero que recuerda del día que cruzó el desierto, eso y la misma naturaleza en la que había crecido hasta entonces, cuando subía las montañas de Iguala:

” Cuando pasé la frontera para mí era lo mismo, como algo cotidiano, pasar el desierto, caminar, ver nada”. Les tomó a él y a su padre 12 días y dos intentos distintos atravesar el desierto y llegar a Chicago. En el primero los agentes fronterizos los apuntaron con armas largas y los devolvieron a México.

En el segundo tuvo que desprenderse de todas sus pertenencias, salvo la foto de su abuelita, y pasar la noche en un túnel, escondido, temblando en brazos de su padre. Una vez en Chicago el impacto fue grande. No reconocía a su mamá que se había alisado el pelo, “pintado de güera” y ahora se maquillaba.

El queso no le sabía a queso y él no sabía nada de inglés. “Fue como otro mundo para mí, entonces me di cuenta de que ya no estaba en México”.

Pero poco a poco hizo su vida y se graduó de bachillerato.

Ahí fue cuando verdaderamente se dio cuenta de lo que significaba no tener papeles. “Mis papás nunca hablaron conmigo y me dijeron, mira nos vamos a ir para allá y no nos quieren”, comenta.

Al no conseguir ayuda financiera para estudiar en college, ni tener permiso para ejercer un oficio legalmente comenzó a trabajar en una fábrica de hamburguesas congeladas.

Por dos años se despertó a las 3 am para poder ir a Itasca, un suburbio de Illinois a una hora de Chicago, y formar parte de la línea de producción. “Es difícil, nos hacían trabajar muy duro, producciones exageradas.

La línea a veces iba corriendo muy recio. Lo que yo hacía era poner el pan y la otra persona ponía la carne”, recuerda.

NO RENOVÓ SU DACA Y TIENE MIEDO DE VOLVER A LAS SOMBRAS

Hasta que llegó DACA, en 2012, cuando tenía 20 años, y pudo conseguir trabajo en McDonald’s, en el centro de Chicago.

“Mi papá estaba bien orgulloso de que tenía un trabajo en el centro. Ya salió, le decía a sus amigos, la familia toda trabajando en fábrica y ya él no tenía que pasar por lo que nosotros”, recuerda.

Eso es lo que ha significado DACA para la mayoría de sus beneficiarios: conseguir un primer trabajo, un trabajo con mejor paga, un trabajo más acorde con su educación y entrenamientos, un trabajo que encaja mejor en sus metas de carrera a largo plazo, un trabajo con mejores condiciones.

Se estima que el 5.5% de los beneficiarios han iniciado sus propios negocios y el 87% están empleados, según una encuesta reciente del Center for American Progress.

Con ese trabajo Guzmán consiguió ahorrar y entrar al Harold Washington College, para estudiar inglés. Todavía le falta un año para graduarse, porque ha interrumpido varias veces por razones económicas.

Quiere especializarse después en psicología y literatura. “Ir al college ha sido muy difícil, ha habido veces que he llorado porque han sido miles de dólares que he pagado al colegio y a veces por pagar no he tenido de comer”, narra

“No tener DACA me lleva otra vez hasta donde comencé”

Perder la capacidad de trabajar legalmente significaría para él, como para otras 450.000 personas, perder acceso a un seguro de salud y otros beneficios ofrecidos por los empleadores, de acuerdo con el National Immigration Law Center.

No quiere volver a las sombras, porque quiere seguir siendo activista, pero ahora tiene miedo. No ha dejado de organizar y asistir a manifestaciones, charlas y reuniones contra la eliminación de DACA en su ciudad, pero se siente mucho más vulnerable que antes.

“Creo que quitarme DACA me va a quitar el privilegio tal vez de protestar, tal vez me van a callar un poco la boca, porque ahora que no tenga DACA voy a tener ese miedo de que me arresten”, dice.

“Tengo mucho miedo de que me agarren. Tener que pasar por el proceso de ir un centro de detención a que me marquen, como que he cometido un delito por estar acá, cuando siento que el único delito entre comillas sería luchar por una mejor ciudad para todos aquí en Chicago, para todos los que viven acá. Un mejor lugar para todos”.

La fuerza de México en Chicago.

━ más

5 IMPLICADOS VINCULADOS A PROCESO DE HOMICIDIO Y LESIONES EN RELACIÓN CON EL INCENDIO EN CIUDAD JUÁREZ

La Fiscalía General de la República (FGR) anunció que cinco individuos, incluyendo a un ciudadano venezolano, han sido vinculados a proceso por la muerte...

3,956 PERSONAS SE HAN CONTAGIADO DE VIRUELA DEL MONO EN MÉXICO Y 5 HAN FALLECIDO

La Ciudad de México mantiene el mayor número de casos de viruela del mono en México. En los últimos 14 días, México ha confirmado 19...

A LOS 81 AÑOS, FALLECIÓ EL ACTOR ANDRÉS GARCÍA, CONOCIDO POR SU PAPEL PROTAGÓNICO EN LA PELÍCULA “PEDRO NAVAJA”

Andrés García, el actor de origen dominicano que vivió en Acapulco por varios años después de emigrar con su familia a México, falleció el...

LÓPEZ OBRADOR BUSCA FRENAR EL TRÁFICO DE FENTANILO DESDE CHINA

A petición de un grupo de senadores de Estados Unidos con los que se reunió en Palacio Nacional, el presidente mexicano envió la carta...

HASTA 6,000 PAGAN POR EL NUEVO BILLETE DE 100 PESOS

Con solo unos meses en circulación el nuevo billete de 100 pesos con la imagen de la poeta se vende muy por encima de...

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí