Pero logró escapar cerca del mediodía de ayer, cuando trataban de cobrar un rescate de 10 mil pesos.

Mientras los familiares de Johana, de 17 años, interponían una denuncia ante el Ministerio Público, el chofer de un camión avisó que llevaba de regreso a la víctima provocando una movilización policiaca que terminó con la captura de uno de los responsables.

La familia relató a las autoridades que la joven había salido de su casa la tarde del sábado y al no regresar pidieron la colaboración de usuarios de las redes sociales para ubicarla.

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En el transcurso del domingo recibieron una llamada exigiéndoles una suma de 10 mil pesos si querían volver a ver a la joven, ya que de no recibir el efectivo, los presuntos captores se la llevarían a Monterrey.

La familia, preocupada, recurrió al Ministerio Público para interponer una denuncia y obtener el apoyo de las autoridades momento en el que apareció Johana y se logró la captura de uno de los presuntos de apellido Morales.

Investigación

Fue después del mediodía del domingo, en plenas diligencias para formalizar las averiguaciones por parte de la PGJE en el edificio de la Delegación Centro, que la mamá de Johana recibió una llamada.

Era el conductor de un camión de la ruta 8 de Enero, que le dijo que llevaba a su hija de regreso de la carretera 30, con rumbo a un conocido centro comercial ubicado sobre el bulevar Ejército Mexicano.

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Casi de manera simultánea, patrulleros de la Preventiva Municipal dieron alcance sobre la referida arteria que comunica a la Ciudad del Riel con San Buenaventura, a uno de los sospechosos de la violación y secuestro de la menor, quien fue puesto a disposición de la Policía Investigadora.

Desde las instalaciones del Ministerio Público, los familiares de Johana salieron a su encuentro en la parada de camiones de la tienda departamental, que mediante la calle Progreso se comunica con la Comandancia Municipal.

Donde llevaron los uniformados a la afectada, tras interceptarla cuando viajaba en el camión a la altura de la colonia Sierrita, pudiendo ver que todavía lucía cinta canela enrollada en el cuello.

De manera extraoficial se supo que los plagiarios Johan Morales y un amigo suyo de nombre Jonathan, mantuvieron cautiva a su víctima en un domicilio abandonado de la colonia Diana Laura, donde la ataron de pies y manos, hasta que al dejarla sola, ella logró escapar, saliendo por una brecha para pedir ayuda al conductor del camión de transporte público.

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Fue presuntamente tras la cita, que luego de abordar un taxi, los jóvenes llevaron a la adolescente hasta unas tapias, donde la sometieron y abusaron de ella en dos ocasiones, para luego dejarla atada hasta el siguiente día, cuando logró liberarse y pedía ayuda.