En lo que va del año se han registrado seis casos, por lo que han solicitado el apoyo del INMUFRE.
Gabriela Hernández Jáuregui, psicóloga clínica del Inmufre, aseveró que los casos que se han recibido son de menores de 5 a 10 años de edad, aunque dijo que el abuso no es exclusivo de esta edad.
Los casos que atienden en la actualidad son porque la mamá o abuelita del niño afectado acudieron a solicitar apoyo, pero también hubo otros que se detectaron en instituciones educativas en las visitas que el Inmufre realizó o algún docente detectó.
Ante esta situación se pidió a los padres de familia estar atentos ante cualquier cambio de conducta de sus hijos y tener una comunicación clara, directa y asertiva, a fin de que los niños les platiquen todo lo que les ocurre.
Hernández Jáuregui aseguró que regularmente los abusos sexuales se consuman por un ser querido, como papá, tío o abuelo.
Unas de las señales de alarma son cuando el adulto busca estar a solas con el pequeño o le compra regalos sin motivo.
“Los papás desde el hogar tienen que enseñar a los niños a que nadie tiene derecho de tocarlos, ni hacer nada con lo que ellos se sientan inseguros”, precisó la psicóloga.
Detalló que la conducta de los niños que son agredidos sexualmente cambia, pues se vuelven aislados, ansiosos, tienen bajo rendimiento escolar y se vuelven depresivos.
“Los pequeños que han sido abusados buscan estar solos para masturbarse, pues sin que ellos lo sepan despiertan la necesidad sexual que los lleva a estar sudorosos y ansiosos, lo cual nadie debe pasar”, refirió.
Hernández Jáuregui consideró que el miedo de una persona abusada es inminente y quienes están a su alrededor deben apoyarla.
Cuando llegan casos de abuso sexual al Inmufre son atendidos de manera inmediata y se les concientiza sobre la denuncia, pero ante esta posibilidad muchas personas dejan de asistir a terapia por temor o vergüenza, pero no se les puede obligar a levantar ningún cargo.
Cualquier persona puede recibir apoyo en Inmufre, incluso si su caso sólo fue intento de violación, pues en cualquiera de los casos representa un trauma para quien lo vive.