Al parecer, el responsable y su cómplice escogieron a su víctima cuando la vieron llegar a bordo de la camioneta y estacionarse en la Avenida de los Maestros, donde ellos también se estacionaron, del otro lado de la calle.

Tras esperar que el conductor saliera de la camioneta y se alejara, un sujeto corpulento bajó del Chevy color vino y se acercó a la camioneta disimulando hablar por teléfono.

Con movimientos rápidos, abrió la unidad y en tan solo ocho segundos la encendió sin necesidad de las llaves, arrancando en reversa para huir a toda velocidad