Con este caso, queda evidenciada la tibieza de las autoridades.
El fracaso de la Ley para Adolescentes conjugada del Nuevo Sistema Penal Acusatorio. Quedó ayer evidenciado: el menor, Javier alias “El Demonio”, quien en el 2016 asesinó a su novia de 11 años en la colonia Guerrero.
Intentó matar a un policía preventivo cuando iba a arrestarlo por amenazar a los vecinos de la colonia Guadalupe Murguía. Javier “N” fue capturado en la colonia Guadalupe Murguía y llevado a la Comandancia Municipal ante el Juez Calificador en turno, donde decía: “¡Ya no me recuerden eso!” refiriéndose al asesinato de su novia que apenas era una niña.
“El Demonio” como la gente comenzó a apodarle al asesino desde el 21 de abril del 2106, fue juzgado por los jueces asignados a los expedientes de menores e increíblemente no lo enviaron a prisión.
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A pesar de las protestas que se generaron en la opinión pública y familiares de su víctima, Javier fue enviado al Centro de Salud Mental (Cesame) de Saltillo, donde a escasos meses fue liberado, lo que despertó aún más la indignación de los monclovenses.
Cerca de las 17:30 horas, el reporte de un individuo que amenazaba con matar a la gente que pasara por la calle San Charbel, del sector Lupita Murguía.
Judiciales no lo reconocieron
Ubicado en la parte trasera de la colonia El Campanario, hizo que el departamento de Seguridad Pública enviara una de sus unidades.
Los oficiales Juan Carlos García y Walter Davis Calderón a cargo de la patrulla 023, llegaron a la ubicación donde se hallaba el temido individuo de 14 años ingiriendo bebidas embriagantes y empuñando una navaja.
Los vecinos pidieron a las autoridades que se lo llevaran arrestado, pues temían que les hiciera algo ya que minutos antes gritaba que los iba a matar.
Al momento de acercarse el oficial García a tratar de sujetarlo, “El Demonio” afianzó el arma cromada marca Truper y sin miramientos trató de encajarla en dos ocasiones en el abdomen del uniformado.
Providencialmente el chaleco antibalas fue una armadura idónea que no permitió que el policía sufriera heridas, para luego entre ambos someterlo y esposarlo.
Percatándose que se trataba del mismo criminal que hace poco más de un año mató la pequeña Diana, en la colonia Guerrero. Javier fue desarmado y la navaja sería presentada como cuerpo del delito ante las autoridades.
Una vez que ingresó al área de recepción de detenidos, el delincuente se negó en todo momento a dar información sobre sus generales e incluso comenzó a llorar. También se le encontró entre sus pertenencias un paquete de hojas para forjar cigarrillos.
Portación de arma prohibida y resistencia de particulares, fueron los nuevos cargos que enfrentará ante el Ministerio Público especializado en Delitos de Adolescentes.
Con su detención se convirtió la utópica rehabilitación en una burla, el Sistema Penal para Menores una vez más tirado por los suelos y la ciudadanía quedó sumergida en el miedo.
Conoce todos los detalles de ‘El Demonio’: Historia de un sistema judicial fallido.