Se encontró una carta escrita a mano por cada uno de los occisos donde narraban el motivo de este pacto.

La familia Torres hizo un pacto para suicidarse. Para esto, don Bartolo de 84 años de edad, ordenó a su hijo Raymundo, de 55, que los asfixiara a él, a su hija Juana, de 52, así como al menor de sus vástagos, de 48 años, y con capacidades diferentes; además, dejó instrucciones para que Raymundo también hiciera lo mismo; sin embargo, el encargado de matarlos se arrepintió al final de matar a su hermano menor y de quitarse la vida.

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Los hechos ocurrieron el pasado lunes dentro del domicilio ubicado en el número 48 de la calle Tultepec, en la colonia San Andrés Tetepilco, en la delegación Iztapalapa, donde se encontraron sin vida los cuerpos de don Bartolo y su hija Juana; además se encontró una carta escrita a mano por cada uno de los occisos donde narraban el motivo de este pacto.

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Al iniciar las investigaciones, los agentes de la Procuraduría capitalina encontraron que ambos cuerpos tenían surcos hemáticos en el cuello, lo que hizo sospechar que se trató de un doble homicidio.

Al interrogar a Raymundo, éste confesó el pacto donde el debería participar, pero, dijo: “no tuvo corazón para matar a su hermano con capacidades diferentes”.

Investigan si las cartas póstumas que dejaron fueron escritas por los ahora occisos de manera consciente o sí fue bajo algún tipo de presión. En el documento, don Bartolo explicaba que no se culpara a nadie de su muerte pues fue una decisión que tomó en beneficio de toda su familia, pues dijo, toda la vida trabajó y no fue suficiente para darles una mejor calidad de vida a sus hijos.