La mujer que provocó el trágico accidente sigue libre, como si nada…
Recorre la banqueta a pasos pausados apoyado en muletas. Lleva pantalones cortos que dejan ver el muñón que le quedó cuando le amputaron la pierna. Llega a la puerta de su casa, tiene que brincar un escalón. Afianza las muletas en el piso de la sala y con fuerza empuja su cuerpo hacia dentro.
Alejandra, de 27 años, es la responsable del accidente que resultó fatal. Esto fue lo que sucedió aquella madrugada del 21 de julio de 2016. Después hubo audiencias en el Centro de Justicia Penal. La chica fue declarada culpable de la muerte del compañero de Enrique y pagó los gastos funerarios del trabajador del Municipio para resarcir el daño que causó.
Enrique perdió su pierna derecha y permaneció en cama varias semanas. Alejandra también fue juzgada por eso. Sus abogados llegaron a un acuerdo, la chica tendría que pagar una indemnización al trabajador, además de los gastos de rehabilitación. También portaría un brazalete electrónico mientras concluía el proceso penal en su contra. Alejandra nunca pisó el Cereso, todo se arregló mediante acuerdos entre abogados.
“Alejandra se ha desentendido del acuerdo que la mantiene en libertad. Se ha olvidado que esa noche destruyó a dos familias, se pasea y sube las fotos a Face, parece que no le ha afectado en nada lo que pasó, en cambio nosotros sufrimos por mi tío, él está en depresión porque no le resuelven nada”, comentó la sobrina de Enrique.
A punto de cumplirse un año de que provocara un accidente en que un hombre perdió la vida y el otro una pierna, Alejandra se pasea en la Ruta Recreativa ya libre del brazalete impuesto por la jueza. Disfruta de paseos dominicales con su familia. Al menos eso proyecta en las fotos que constantemente sube a sus redes sociales.
Esto ha provocado la indignación de los familiares de Enrique, quien sufrió la amputación. Mientras su victimaria se pasea por las calles y libre de culpa, Enrique cada día se sumerge en la depresión, cuentan sus allegados.
Exigen cárcel para la mujer responsable.
Y es que aunque la jueza que llevó el caso de Alejandra la obligó a pagar los gastos de rehabilitación y una indemnización, ese acuerdo no ha sido cumplido por la chica. Hasta la fecha Enrique no ha recibido un sólo peso por parte de quien le arrebató su modo de vida de la noche a la mañana.
Enrique recibe una pensión parcial de 2 mil pesos a la quincena por parte del Ayuntamiento. Ese dinero lo gasta casi en su totalidad para acudir a sus citas al centro de rehabilitación, tiene que pagar taxis porque no puede abordar un autobús de transporte público.
Lo poco que le da el Municipio apenas le alcanza para sobrevivir, no ha pagado el recibo de luz en casi un año y ya le cortaron el suministro. Debe la renta de la casa que habita y sus arrendatarios lo han dejado continuar ahí debido a su condición. Lo único que paga es el agua. Come con su hermana, depende de sus amigos y familiares para realizar sus terapias.
